domingo, 5 de agosto de 2012

TALLER DE ACTUACIÓN
REGLAS DE MOVIMIENTO TEATRAL
El autor de las reglas de movimiento:
 Fernando Wagner (mexicano)
 Quien propone movimientos básicos y secundarios para el uso del actor al momento de interpretar un personaje en una obra, movimientos que dan  mayor suavidad y naturalidad a algunas acciones y resaltaran otras.
REGLAS DE MOVIMIENTO

  1.  Los términos “izquierda” y “derecha” en la literatura dramática se refiere a los lados izquierdos y derecho del actor.
  2.  El camino mas corto, el movimiento más censillo, mas fácil, para llegar al lugar designado es el más cómoda y el más natural.
  3.  Para usar la vuelta, el actor debe buscar el ángulo mas corto, que producirá un efecto de mayor naturalidad. La que es contraria a la vieja escuela teatral, que exigía la vuelta de cara al público.
  4. Todo movimiento suele comenzar en os ojos, de donde pasa al cabeza y finalmente al cuerpo. Anticipar el movimiento con la mirada contribuye generalmente a la suavidad de la acción.
  5. No hay que dejar vagar la mirada, ni pestañar, ni bajar la vista al suelo. Seguridad y firmeza en la mirada prestan al carácter seguridad y aplomo. Por lo general, se mira a la persona que constituye el centro de la acción. El actor bajara la vista cuando se trae de expresar vergüenza, falsedad, disgusto o impaciencia.
  6. Cuando se efectúa un  movimiento alejándose de la persona con quien conversa, debe mirar hacia donde va, sin dirigir la vista al suelo.
  7. Por ,o general el actor debe moverse durante su propio diálogo, de acuerdo con el, y, en parlamentos ajenos, solo cuando así lo exige la obra: para expresar una reacción violenta, por ejemplo. De otra suerte, un movimiento durante un parlamento ajeno distrae la atención del publico y es una descortesía para con los demás actores. Tampoco debe moverse el actor al decir algo de suma intensidad dramática.
  8. Cuando en escena se ejecutan movimientos secundarios debe evitarse que dos o mas actores se muevan al mismo tiempo. Esto se ve mal sobre todo cuando un actor parece corres tras el otro. Tratándose de movimientos básicos como un mutis colectivo, una reacción general, un encuentro entre dos actores, etc.; la acción deben efectuarla todos al mismo tiempo.
  9. cuando salen dos actores a escena hablando, generalmente debe salir primero el que escucha y seguirlo el que habla, a menos que este sea una dama o un personaje de alcurnia.
  10. El actor no empezara su movimiento hasta que termine el del actor anterior, a menos que haya motivo para lo contrario.
  11. Todo movimiento básico debe ser resuelto, a no ser que la indecisión forme parte del carácter que se presenta. Movimientos vagos e indecisos restan fuerza del dialogo.
  12. Los movimientos secundarios deben por el contrario, ser suaves aunque no vacilantes.
  13. No deben enlazarse dos movimientos escénicos. No hay que comenzar un movimiento nuevo sin que haya terminado por completo el anterior. De otro modo la acción parecerá precipitada y poco natural.
  14. para dar suavidad y naturalidad a los movimientos básicos es preferible prepararlos por medio de movimientos secundarios a fin de evitar que su ejecución encuentre al actor en una posición incómoda.
  15. El actor debe medir tanto su salida a escena como su mutis cuando el movimiento es largo, porque hay que subir o bajar escaleras, abrir puertas, etc.; habrá que iniciarlo con suficiente anticipación. Asimismo, un mutis largo se anticipa por medio de uno o más movimientos secundarios, que lo facilitan.
  16. Cuando un actor hace mutis y reaparece luego en escena, debe, generalmente, aparecer por el mismo lugar por donde efectuó el mutis.
  17. Todo movimiento debe empezar con el pie del lado hacia el cual nos dirigimos y terminar con el mismo pie. Así, para efectuar un movimiento a la izquierda, el actor empezara y terminara con el pie izquierdo. De este modo queda siempre en situación favorable respecto al público.
  18. Todo movimiento hacia una persona se hará al lado de ella, guardando el actor suficiente distancia para no cubrirse y que dar, por lo tanto, en situación favorable; en todo caso, es posible corregir la posición efectuando un movimiento de retroceso.
  19. Jamás debe el actor acercarse demasiado a otro aun cuando deba estar cerca de el. Esto no solamente causa mal efecto al espectador, sino que se obstaculizan los subsiguientes movimientos.
  20. El actor debe moverse en escena procurando siempre quedar en posición que facilite su siguiente movimiento.
  21. El cruce de escena es d suma importancia, porque cambia la posición de los actores entre sí  lo que equivale a un cambio de la situación psicológica  y exige una preparación especial:
a)      Primero, es necesario acercarse a la persona o personas que hay que cruzar. De otro modo, el cruce resultaría demasiado largo y poco natural.
b)      Luego se efectúa el cruce con decisión (regla núm.11), empezando y terminado con el pie correspondiente al lado hacia donde el actor se dirige (núm.17), mirando en esa dirección (núm.6) y cuidando de no obstaculizar a la persona o personas que se cruzan.
c)      Efectuando el cruce, hay que quedar en posición favorable para el siguiente Movimiento (núm.20) Sobre todo, debe evitarse permanecer demasiado cerca de la persona que el actor cruzo.
d)     Una vez efectuado el cruce, se da vuelta se da vuelta al centro de acción empezando el movimiento con la mirada y siguiendo, con suavidad, el cuerpo (núm.4)
e)      Por lo general, el cruce debe hacerse delante de los demás actores. Existen, desde luego, excepciones: Los criados por ejemplo cruzaran detrás de los personajes principales.
  1. No efectuar un movimiento grande, sino varios pequeños, que resultaran mas naturales, siempre que no se reduzcan un solo paso ridículo.
  2. Debe evitarse quedar alineado con los demás actores.
  3. Hay que procurar no estar cubierto ni cubrir a otros.
  4. Generalmente se camina en línea recta -a menos que se trate de de un borracho, o en ligera curva, por razones de visualidad-. Cuando camina, el actor debe procurar:
-No doblar demasiado las rodillas
-No mover los hombros.
-No tocar primero con los tacones el piso. Las actrices sobre todo, deben saber “deslizarse” es, decir, tocar primero el piso con la punta del pie, manteniendo las puntas ligeramente separadas en forma de V.
  1. Los movimientos violentos o rápidos no deben ejecutarse con ímpetu, sino solamente aparentarlo. El actor no debe nunca perder el dominio de sus movimientos.
  2. El actor no debe salirse del decorado ni de las áreas iluminadas. Siempre hay que tomar en consideración que el público tiene derecho a presenciar el desarrollo de la acción.
  3. Para subir o bajar escaleras, el actor aplicara la regla núm.17; es decir, al subir una escalera que conduce a la izquierda, es el pie izquierdo el que empieza a subir y termina el movimiento. Esto implica que el actor debe medir sus pasos en los ensayos para quedar en situación favorable.
  4. al subir o bajar escaleras no hay que inclinar el cuerpo, a menos que se trate de una caracterización. Para dar elegancia a este movimiento, sobre todo si se trata de una dama dar elegancia a este movimiento, sobre todo si se trata de una dama, no deben mirarse los escalones, sino “sentirlos” primero con la punta del pie antes de apoyarse todo él en el escalón.
  5. el actor debe cuidar de que sus modales en escena correspondan al ambiente o la época de la obra.
  6. Al sentarse nunca se debe de buscar el asiento con la mirada. El actor debe saber, sin mirar donde esta el asiento de le corresponde, y, antes de antes de sentarte sentir su borde con la pierna.
  7. Las damas deben sentarse con las rodillas juntas y con los pies ligeramente abiertos; nunca con las piernas abiertas y las puntas de los pies hacia adentro, a menos que el carácter del personaje exija esta postura, porque no debe olvidarse que, ya al aparecerse en escena, deba el actor revelar carácter. En cuanto a la actriz, si permanece separada con las piernas abiertas, indica vulgaridad  del personaje, y cierta ingenuidad tonta si lo hace con los pies hacia adentro.
  8. Solo cuando este segura del corte de su vestido, cruza una dama la pierna. Nada es tan ridículo como una actriz bajándose continuamente la falda, amenos de que se quiera dar esa impresión.
  9. Para efectuar una caída en escena, el actor debe empezar por doblar las rodillas, que son las partes del cuerpo que deben tocar primero el suelo; al mismo tiempo, extenderá los brazos con las palmas de las manos hacia debajo de modo de que sean estas, junto con las rodillas, las que reciban las que reciban el peso del cuerpo, que deberá mantenerse completamente suelto. Siguiendo esta técnica el actor no se lastima.
  10. Las actrices procuraran caer siempre de lado, protegiendo el pecho y la cara con el brazo ya la mano correspondiente.
  11. Para levantar un objeto del suelo, el actor no debe nunca agacharse, sino doblar primero las rodilla que corresponde al lado del público e inclinarse después a recoger el objeto. Debe evitarse realizar este movimiento de cara al publico.
  12. Para arrodillarse, debe procederse de la misma forma; es decir, doblar primero la rodilla que corresponde al lado del público y después la correspondiente al foro, descansando el empeine sobre el tablado. Para efectuar esta clase de movimientos, el actor debe adquirir seguridad y equilibrio, que pueden proporcionarle la práctica de la esgrima y la gimnasia.
  13. También los besos en escena deben ensayarse. Hay que saber quien va a dar el beso. Por lo general, la mujer es mas hábil para esa tarea. Se pueden fingir besos si el actor cubre con su cuerpo a la actriz. Todas estas acciones ponen en peligro el maquillaje. Al estar junto al galán, la actriz debe procurar, sobre todo, no manchar su traje, lo que se evita poniendo la mano entre la cara y el traje.
  14. Hoy día el primer actor puede perfectamente dar a espalda al público, pero este movimiento debe estar justificado, por que la atención del público se traslada de su persona hacia la otra persona o el objeto que ha motivado tal movimiento.
  15. Las reacciones no deben precipitarse. El actor no debe demostrar de antemano que sabe lo que ocurre o lo que se dice, sino reaccionar después de oído o visto lo aquello que  produjo la reacción.
  16. Muchas veces –sobre todo en la comedia-, el actor anticipa la mímica o la acción a sus correspondientes palabras. Esto da espontaneidad a la actuación y es un recurso de vital importancia.
  17. El actor que debe estar sentado durante una larga escena puede romper la monotonía de su posición y animar su dialogó cambiando de postura en su asiento.
  18. El actor que espera su salida a escena debe evitar ser visto por el público o proyectar su sombra en la escena.

Para los movimientos de los brazos, hay que evitar:

a)      Todo movimiento superfluo, insignificante, que pueda restar valor a los ademanes importantes del actor.
b)      Después de cada ademán, volver otra ves los brazos al cuerpo como si se tratara de un títere.
c)      Permanecer con los codos pegados al cuerpo.
d)     Abrir las palmas de las manos con los brazos colgados.
e)      Efectuar débiles movimientos de las manos, separando el pulgar de los demás dedos.
f)       Mover los dos brazos a la vez y en la misma forma.
g)      Señalar con el dedo índice a los otros actores o en actitud de advertencia.
h)      Repetir movimientos o acciones de los brazos.
i)        Hacer movimientos tímidos y pobres.
j)        Cubrirse con su propio brazo, usando el del lado del público, cuando se podría usar mejor el del lado del foro.
IMPORTANCIA DE LA HIGIENE DE LA VOZ.
Consejos para cantantes y oradores:
Una buena técnica respiratoria es fundamental para los cantantes y oradores. Al cantar, la columna de aire inspirado no tiene opción y debe salir por la boca, cuya cavidad, desde el punto de vista fisiológico no está diseñada para que circule el aire por su interior. Al hacerlo reseca la cavidad, oxida la saliva e inhibe sus glándulas, deforma los arcos dentarios, etc. La inspiración nasal funcionalmente es menos rápida que la bucal, pero con una buena función nasal es posible inspirar por la nariz.
Un cantante, durante sus actuaciones, cada vez que cierra la boca evita que se seque ya que desde el momento que la cierra les glándulas bucales comienzan a segregar y alcalinizar la saliva, tan necesaria para el buen funcionamiento laríngeo.
Algunos detalles que pueden enriquecer el potencial de un cantante:
Relajarse durante las pausas en las que no se interviene, ya que pueden suponer menor fatiga sobre la fonación
Agilizar el aleteo nasal
Cerrar la boca, aunque sólo sea durante breves segundos con el fin de paliar las consecuencias de la respiración bucal
Sonreír intencionadamente, que además de ayudar a la apertura de las fosas nasales, favorece una expresión más jovial.

Si se practican deportes semidinámicos como el golf o más intensos como el tenis, fútbol, atletismo, etc. está indicado continuarlos porque estimulan el funcionalismo cardiopulmonar, pero siempre respirando exclusivamente por la nariz.
La gimnasia general ejercita armónicamente todo el cuerpo, haciendo un énfasis especial en los ejercicios abdominales con el fin de mantener un buen tono de la musculatura antero lateral que, junto con el diafragma, contribuye de forma muy eficaz a la regulación de la espiración fonatoria.
El tabaco produce efectos nocivos, de todos conocidos, en las vías respiratorias.
1. Hidratación:
Las cuerdas vocales han de estar lubrificadas con una capa fina de mucosidad para poder vibrar de forma eficiente. Beber bastante agua es la mejor forma de tener las cuerdas vocales bien lubrificadas. Las bebidas cafeinadas y alcohólicas eliminan agua del organismo y disminuyen la lubricación necesaria para las cuerdas vocales. Se pueden tomar pequeñas cantidades de bebidas cafeinadas (café, té y refrescos) siempre que se beba más cantidad de agua.
Otro factor que puede afectar la lubricación es un ambiente de aire seco, como los recintos con mucha calefacción, aire acondicionado, y climas con poca humedad en el aire. El uso de un humidificador puede compensar la sequedad.
El aire en los aviones es extremadamente seco. Es recomendable beber mucha agua y evitar el alcohol y la cafeína.


Una fórmula que funciona para hacer gargarismos: Poner ½ cucharita de sal, ½ cucharita de bicarbonato, y ½ cucharita de miel en un vaso de agua tibia y hacer gargarismos durante dos minutos sin aclararse la boca. Hágalo tantas veces como sea necesario para ayudar a suavizar su garganta seca e irritada.

2. Aclarar la garganta y toser enérgicamente
Se debe evitar siempre que sea posible aclarar la garganta y toser con fuerza, ya que es traumático para las cuerdas vocales. Una de las causas para aclarar la garganta y toser es la mucosidad espesa a causa de la sequedad, o la gran cantidad de mucosidad que se deposita por encima y por debajo de las cuerdas vocales. La manera más eficiente de aclarar la garganta es practicando una tos productiva con un elevado flujo de aire y poco ruido: aspire tan profundamente como pueda, mantenga la respiración durante un momento, y pronuncie una “H” silenciosa y forzada mientras exhala el aire.

3. Medicamentos
Antihistamínicos: Los antihistamínicos se recetan algunas veces para tratar alergias y se encuentran en algunos medicamentos para el resfriado o la gripe y se pueden comprar sin receta médica. Es aconsejable no abusar de ellos porque pueden causar sequedad. Algunos inhaladores nasales alivian los síntomas de alergia nasal sin el efecto secundario de la sequedad causada por los antihistamínicos.
Analgésicos: Los productos que contienen ácido acetilsalicílico (aspirina) y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno) se han de tomar con precaución ya que son antiagregantes plaquetarios y pueden predisponer al sangrado. El acetaminofeno es el mejor substituto para aliviar el dolor. Algunos de los nuevos antiinflamatorios no esteroideos son efectivos para aliviar el dolor moderado sin afectar a las plaquetas.
Agentes mucolíticos: Los expectorantes mucolíticos (guafinesina) ayudan a hacer más líquida la mucosidad viscosa e incrementan la salida de secreciones delgadas del tracto respiratorio. Estos medicamentos pueden ayudar a los cantantes que se quejan de secreciones espesas, deben aclarar la garganta con frecuencia, o por goteo postnasal. Generalmente, cuando se siente goteo postnasal es porque las secreciones son muy espesas y no tanto porque sean abundantes. Los agentes mucolíticos deben usarse con una buena hidratación para que sean efectivos. Evite el uso de analgésicos locales comprados sin receta médica. Cantar bajo sus efectos es como tratar de tocar el piano con guantes.
Progesterona: El uso de pastillas anticonceptivas con un elevado contenido de progesterona puede causar la “virilización” de la laringe de la mujer y la pérdida del timbre alto en el rango de la voz. Es posible que, en su caso, no haya otra alternativa, pero, aún así, es recomendable consultar con su médico o ginecólogo.

Evite el comportamiento autodestructivo
Evite fumar cigarrillos. El tabaco es nocivo para el corazón, pulmones y el tracto vocal. Evite también otras substancias inhalantes irritantes y drogas que alteren la mente. El tabaco y la marihuana son irritantes para el tracto vocal. Cuando un profesional canta necesita tener el control de todos los sistemas de su cuerpo: físico, espiritual y mental. Fumar es desastroso para la voz, al cantar y al hablar.
Trate de mantener una buena salud generalDescanse adecuadamente para reducir el cansancio. Si se pone enfermo, evite “hablar de su laringitis”. Visite a su médico y no utilice su voz. El ejercicio practicado con regularidad es muy saludable, y haga una dieta equilibrada, incluyendo vegetales, frutas y legumbres. Evite forzar la voz o gritar, así como la agresividad forzada de las cuerdas vocales con palabras que comiencen en vocal. Utilice el mismo timbre de voz como si dijera: “Umm – Umm”, Hable con frases en vez de párrafos y respire un poco antes de cada frase. ¡Reduzca la demanda de voz, no lo diga todo usted!, Aprenda a respirar de forma silenciosa para activar los músculos de soporte respiratorio y reducir la tensión en el cuello. Sepa sacar ventaja de los dos elementos curativos para la voz: el aire y el agua. Los calentamientos vocales hay que hacerlos siempre antes de cantar. Los enfriamientos vocales también son esenciales para mantener.

ORGANICIDAD
 Se plantea el siguiente problema: la obra de arte es única e irrepetible, por lo tanto un reglamento para su construcción es vano. Hay dos opciones para equiparar esta contradicción: una técnica, que es la descripción de materiales y procedimientos sin su valoración. El otro es el poético o valorativo, que se refiere al mido irrepetible de utilizar los materiales. Sobre esta doble configuración hay también una doble presión: Macro estructuras sociales, que son a través de modas artísticas dominantes en la época, del grado de evolución alcanzados por las técnicas, mediante financiación y rol social de los espectáculos. Subjetividad: que evidencia la personalidad del creador de todos los  niveles. à tienen un papel importante en la concreción de la obra de arte, por lo que la irrepetibilidad es irrefutable. Categorías estéticas: sirven para la necesaria calificación. En algunas se señala evolución (sin valoración); ejemplo: realismo, clasicismo (sus contenidos son diversos en las diferentes épocas).
La singularidad de la obra no se da en el terreno técnico, es difícil señalar su evolución, pero hay escasa variedad de enfoques constructivos hallados por Stanislavski, debido a que, según Strasberg, la herramienta permanece sin cambios, y la propuesta general del teatro tampoco cambió demasiado. Esto permite seguir constantes técnico constructivitas; hay cierta acumulación social de conocimientos, en su utilización se señala la adquisición de habilidades, pocas veces su transmisión teórica y muchas más veces su transmisión empírica. Stanislavski dirige las técnicas al cuerpo y abre camino al hallazgo de la especificidad semántica del teatro como arte independiente en escena. Las diferentes técnicas no pueden compararse en sino en logros de objetivos similares, en relación con la consecuencia de objetos artísticos. Su preocupación fue si el actor era de la vivencia o de la representación. Esto ayuda a comprender dos escuelas: la italiana o caliente, y la francesa, heredera del Diderot de la paradoja (realiza una perfecta actuación, pero fría y distante).
El problema consiste en que el actor vive su personaje y se entrega a él sin control estético, o por el contrario, controla su quehacer con la pérdida de compromiso emocional.
Hay dos lógicas que el actor puede seguir: la de su personaje (que lo sumerge en conflictos propios del drama), o del actor (que se preocupa por que los acentos dramáticos se hallen bien puestos). Si se entrega a uno queda fuera del otro. La construcción de un personaje es un proceso que transcurre en el tiempo por lo cual implica una serie de ensayos y búsqueda que apuntan a lograr diversos objetivos. Durante esta serie, hay ensayos que favorecen la lógica del personaje logrando escenas dramáticas, pero poco ordenadas, y  hay otros en que predomina el trabajo de control propio del actor. Estos se alternan y se registran en el cuerpo del actor real, que permite superar la paradoja de Diderot (el actor se entrega al personaje y pierde su control estético o controla su quehacer con la pérdida de compromiso emocional).Cada estilo teatral utiliza las herramientas en relación a los otros elementos de la estructura dramática y de los procesos respectivos. Eugenio Barba habla de “situación o preparación pre-dramática” del actor, que difiere en cada estilo. Para él, actuar implica salir un uso cotidiano del cuerpo y comenzar a generar la “inteligencia corporal”. Según Serrano, toda preparación técnica está encaminada hacia el logro de una poética determinada. Teóricos y directores aspiran a un tipo determinado de actor, y la mayor parte prefiere una organicidad escénica. El problema de la actuación desde un punto de vista más dialéctico y objetivo (que tenga en cuenta su carácter procesal, en el sentido de lo que habla Piaget para explicar el aprendizaje) estaremos obligados a aproximarnos a este transcurrir de procesos contradictorios en el tiempo que supera el enfoque paradojal abstracto.
El proceso de investigación y paralela construcción de una escena supone diversos tipos de estrategias y de objetivos, y la adopción  de puntos de vista dominantes y variados, lo que lleva a la sucesión de ensayos “calientes” y “fríos”, cuya alternancia y variación de “puntos de ataque” va asimilándose en la memoria del cuerpo (kinestética), logrando la entrega al juego escénico sin que esto implique la pérdida del control. Resolver los problemas de aprendizaje o entrenamiento implica ir sumando distintas perspectivas que el actor resume en una única “visión” que reside en su cuerpo y no en su cabeza. El sujeto creador “aprende” y va incorporando de modo reflejo (no necesita centralmente conciencia y voluntad) los nuevos comportamientos en su relación contextos pre- escritos; va “conectando” los contenidos emocionales de esos momentos producidos durante los ensayos. El proceso se favorece si el director los conoce y controla. El actor siente que tiene una conciencia exterior (director) que lo libera de la posibilidad del grave error y el exceso.
El problema del aprendizaje de los procedimientos vivenciales es central durante la preparación del actor, durante la enseñanza. Organicidad: momento en que el actor ha movilizado, desde el punto de vista del personaje, los tres niveles: intelectual, físico y emocional. Como virtud escénica implica un compromiso, una capacidad de situarse en el “aquí y ahora” simultáneos de la ficción concurriendo en este momento, y más adecuado a estilos diversos. María Knebel deja en claro que hay variados usos de la vivencia, entre ellos uno fundamental que es el de inventar, y además que la vivencia juega un rol destacado en el hallazgo de las emociones que de otro modo aparecen cómo como signos vacíos de contenido. Esto nos vale para una constatación técnica: la enorme energía necesaria para mantener ese enorme estado de alerta y entrega que es la vivencia (para nosotros organicidad) y que no permite su uso exhaustivo más que a riesgo de no alcanzarla; y el tipo de comunicación que se establece con el público: una empatía que en nada se parece a la atención estética pero distanciada lograda por la representación. La vivencia (según Serrano) no es una opción axiológica disponible para la creación del artista.
En la organicidad se trata de apuntar a aquella actuación viva, con apariencias de “primera vez” inigualable. La vivencia, requiere de una cierta “verdad” la organicidad es un modo de actuación sin ningún tipo de referencia a algo exterior así misma. El teatro de la representación usa como instrumento fuera de sí mismo el cuerpo y la voz. Identificación: no hay distancia entre el ejecutor y su personaje; actúa en nombre propio aunque con los problemas del rol. Hay dos modos de control del trabajo del actor por sí mismo: Mirada submarina: desde dentro de la situación dramática imaginada el actor sólo tiene en cuenta los objetivos contra los que lucha y contra los que dirige sus energías. Favorece la comprensión de la situación, otorga realidad y consistencia. Provoca el compromiso cada vez mayor del actor. Da consistencia al mundo imaginario.
Mirada exterior: es desde el lugar del público o del director. Abarca la totalidad de lo que ocurre sobre la escena, la relación del actor que la efectúa con los restantes componentes de la estructura. Es de control, pertenece a la lógica del ejecutante. Saca al actor de la situación dramática y lo convierte en crítico de la misma. Sirve para criticar, ordenar y limpiar lo que se va logrando. La organicidad debe ser definida como la capacidad del actor para situarse en una estructura imaginada, que se va tornando real gracias a su accionar, y en la que es capaz de actuar conjuntamente desde su intelecto, su afectividad y su físico. Verdad: criterio aplicable en el arte sólo en el realismo. En la actuación del actor en escena surge del real compromiso de éste con lo que efectivamente hace y nunca de la comparación de su conducta con la de un prototipo real. Lo que hace el actor, si lo hace de modo comprometido (orgánico) es la “verdad”. Es real en cuanto ocurra en escena.

Las emociones que surgen en escena no surgen de ninguna evocación personal: son producto del accionar sobre la escena y en situación imaginaria vuelta realidad para el actor. Es el resultado buscado y surge como una consecuencia de una técnica correcta y profundamente asumida. Actuar en imaginar y saber involucrar nuestro cuerpo y nuestro psiquismo en aquella situación creada. Según Strasberg “actuar es básicamente evocar”; esto nos lleva a una introspección. Ambos (introspección y evocación) son posibles y funcionan pero en determinados casos, ya que la buena actuación es extrovertida.

Dos enfoques técnicos de Stanislavski (los más utilizados) son: En el primero se pretende buscar las causas de la emoción y trabajar sobre ellas desde la memoria sensorial y emotiva (aquí se evoca). En el segundo enfoque, se enfrenta la situación propuesta con procedimientos similares a lo sutilizados con la improvisación, y ante la presión de los conflictos surge la repuesta de tipo emocional. En este caso se crea.

EL TEATRO EN ROMA: PLAUTO, TERENCIO, SÉNECA

 En Roma existía una antigua tradición teatral de tipo popular. Las ceremonias religiosas iban acompañadas de mímica ritual y las fiestas populares daban pie a creaciones espontáneas. Ya en las danzas escénicas de los etruscos se combinaban las chanzas fesceninas (intercambios de burlas más o menos insultantes) y las saturae (o variedades) con los mimos y cantos de ritmos variados.
 La conquista de la Italia Meridional puso a los romanos en contacto con las costumbres de las ciudades de la Magna Grecia, en las que proliferaban las representaciones teatrales griegas más diversas. Por otra parte, en Roma se habían hecho cada vez más frecuentes los juegos públicos y privados, organizados unas veces para obtener el favor de los dioses y, otras, para testimoniarles su gratitud por haberlo alcanzado. Todo ello contribuía a despertar la curiosidad del público por tales espectáculos.
 La comedia latina fue instituida por decreto, casi en la misma época que lo fue la tragedia. En efecto, los ediles organizadores de los juegos encargaban a escritores de fama ( Livio Andrónico, Nevio, Ennio,…) la adaptación de obras griegas, para representarlas en los mismos. Estos adaptadores aclimataron el género, crearon compañías de actores y educaron al público.
 En el siglo III a.C. surgieron los primeros teatros, consistentes al principio en simples tablados provisionales, instalados en un rincón de una plaza, cerca de algún templo. Su escenario (pulpitum) era sobrio, sin telón ni decorados. Ante él se apiñaba un público heterogéneo y bullicioso, al que un heraldo había de conminar a menudo a guardar silencio.
 El director de la compañía solía comprar al adaptador la obra y la sometía a la aceptación de los promotores de los juegos. Los actores eran todos masculinos y algunos tenían que representar varios papeles en la misma obra. No usaban aún máscara y el atavío y las pelucas (blancas las de los ancianos, pelirrojas las de los esclavos) caracterizaban a los distintos personajes, que llevaban atuendos griegos (Fabulae Palliatae, de pallium, manto griego), en parte para no atentar con sus burlas contra la dignidad de la aristocracia romana, y, en parte, por la afición a lo exótico, demostrada por el público romano. Sólo a partir de Nevio aparecen tímidamente algunas tragedias de tema romano (praetextae, de praetexta, toga usada por ciertos magistrados).
 En los escasos años que mediaron entre estas primeras adaptaciones de obras griegas y las primeras obras de Plauto (hacia el -215) se fueron gestando las tradiciones escénicas romanas.
 El coro, abolido por los últimos comediógrafos griegos, no fue restablecido, pero se amplió el papel del canto y de la música. Los personajes cantan muy a menudo, acompañados por la flauta. En la época de Plauto están ya aclimatados a la escena romana los diversos ritmos de la poesía griega. Para compensar la ausencia de la máscara, se recurre a variados juegos escénicos y a la acumulación de peripecias en el desarrollo de la acción, refundiendo normalmente dos obras griegas en una sola (contaminatio).
 Ante un público que, poseído de su superioridad romana, no hubiera admitido la posibilidad de ver en escena a un ciudadano romano engañado o ridiculizado por un esclavo, no cabía otro recurso que ofrecerle cuadros de costumbres griegas, en las que todo estaba permitido: mercaderes de esclavos, viejos verdes, jóvenes sin escrúpulos, esclavos avispados, …
 La escena, pues, se sitúa generalmente en Atenas, los nombres de los personajes son extraños y, a veces, larguísimos. Y, sin embargo, las obras están salpicadas de alusiones a la realidad circundante, se habla de magistrados romanos o de barrios de Roma. Esta ficción contentaba a todos y no engañaba a nadie. En cambio, la comedia togata, de tema y ambiente puramente romanos, jamás encontró eco en el gran público.
 La comedia romana, siguiendo el ejemplo de la tragedia griega, suele comenzar con un largo monólogo, en el que un dios o un gran personaje narra los hechos pasados, expone la situación presente e insinúa el futuro. Este monólogo suele cerrarse con una llamada a la corrección del público que nos permite suponer, y a veces nos explica expresamente, su conducta ordinaria.
 La comedia romana es una adaptación de la comedia ática del siglo IV a.C., llamada media o nueva, pero, como hemos visto, introduce el elemento musical, tan grato a la sensibilidad italiana de todas las épocas. Gracias a su parentesco con la comedia griega, la latina nos trasmitió el modelo de obras griegas hoy perdidas.
TITUS MACCIUS PLAUTUS

 Pocas y poco fiables son las noticias que tenemos sobre la vida de Plauto. Pueden resumirse así: nace en Sársina, en Umbría, a mediados del s. III a.C. (-251?). Llega a Roma y gana algún dinero en actividades teatrales, no sabemos si como autor o como actor. Se mete en negocios y se arruina, viéndose obligado a realizar trabajos duros y propios de esclavo, como hacer girar la rueda de un molino. Pero en los pocos ratos de ocio escribió comedias y alcanzó tal éxito que pudo dedicarse enteramente a esta profesión. Todo esto es un tanto novelesco. Los propios romanos de fines de la República (-510 / -30) tenían muchas dudas sobre él. Incluso no sabían con exactitud su nombre completo, que probablemente fuera Titus Maccius Plautus. Es seguro que fue un ciudadano libre pero pobre: un hombre del pueblo que supo llegar al pueblo como ningún otro autor dramático de Roma. Murió el año -184.
 Fue tan grande el éxito de Plauto que, tras su muerte, empezaron a aparecer obras que falsamente se le atribuían. En el s. I a.C. circulaban ya 130 comedias con su nombre. El erudito Varrón las sometió a un estudio riguroso, histórico y estilístico, y llegó a la conclusión de que sólo 21 eran, sin lugar a dudas, de Plauto. Estas son las que nos han llegado, aunque de una de ellas, Vidularia (Bolsa de viaje), sólo nos queda un fragmento. Veamos algunas importantes:
 - Amphitruo (Anfitrión): Júpiter, enamorado de Alcmena, esposa del rey Anfitrión, aprovecha que éste está en la guerra para tomar su apariencia y vivir con aquella. Mercurio asume, asimismo, los rasgos de Sosias, esclavo de Anfitrión. Cuando vuelven de la guerra los auténticos Anfitrión y Sosias, se crea una situación embarazosa, pues son acusados de impostores. Al fin, Júpiter vuelve al Olimpo tras descubrir su identidad. Alcmena da a luz gemelos, uno hijo de su esposo y otro, Hércules, hijo de Júpiter.
 - Aulularia (Comedia de la olla): Euclión, viejo avaro, encuentra una olla llena de oro. Intenta ocultar el hallazgo a toda costa y sigue viviendo miserablemente. Se ve obligado a ir cambiando el escondite de la olla cada vez que está en peligro de que se la roben, lo que le hace vivir en continuo sobresalto. Por fin se la roban y casi pierde la razón. Pero la recupera por obra de un joven enamorado de su hija. Termina curándose y regalando el oro a su hija como dote.
 - Miles gloriosus (El soldado fanfarrón): Un capitán fanfarrón, enamoradizo y vanidoso, compra a una joven que estaba enamorada de un joven ateniense y también al esclavo de dicho joven. El esclavo arregla las cosas de modo que su antiguo amo venga a vivir a la casa de al lado del militar y se reúna con la joven pasando por un boquete abierto en la pared medianera. Un esclavo del militar los sorprende, pero se le hace creer que es una hermana gemela. Al final, mediante una trampa hábilmente urdida, el capitán queda en ridículo y los jóvenes amantes se marchan juntos.
 - Captivi (Los cautivos): Es una obra singular dentro de la producción plautina, ya que encierra un elevado tono moral: Hegión tiene dos hijos. Uno se lo roban los piratas de pequeño; el otro, ya mayor, cae prisionero de los etolios. Hegión compra dos jóvenes prisioneros, Filócrates y Tíndaro, amo y esclavo a su vez, y quiere canjear a su hijo por Filócrates. Para ello envía a Etolia al esclavo Tíndaro para que arregle el canje con el padre de Filócrates. Pero previamente los dos jóvenes habían cambiado sus identidades, y el que va en realidad es Filócrates. Cuando Hegión se entera, castiga duramente a Tíndaro. Pero Filócrates vuelve con el hijo de Hegión para rescatar a su esclavo. Así se descubre que Tíndaro, el esclavo fiel y sacrificado es el otro hijo de Hegión, el que le robaron los piratas cuando niño.
 - Otros títulos de obras son: Bacchides (Las Báquides): dos hermanas gemelas dan lugar a hilarantes y escabrosas confusiones. Menaechmi (Los gemelos): argumento parecido al anterior, pero con dos mellizos, uno, perdido cuando pequeño, vive casado en una ciudad; allí llega su hermano y esto provoca equívocos de gran comicidad. Pseudolus (El embustero): un joven está enamorado de una bella esclava de un alcahuete; éste la vende a un militar y espera que venga a recogerla. Pseudolo, esclavo del joven enamorado, se hace pasar por el mensajero del militar y se lleva a la muchacha para su amo.
 Todas las obras de Plauto pertenecen al subgénero Fabula Palliata. No son creaciones originales, sino adaptaciones de obras griegas. Los autores griegos adaptados no son los de la época clásica, sino los de la llamada Comedia Nueva (s. IV a. C.), el más importante de los cuales es Menandro.
 Tal y como están editadas, las comedias de Plauto constan de 5 actos precedidos generalmente de un prólogo. La división en actos no es de Plauto sino muy posterior. Los prólogos están destinados a contar el argumento de la comedia. Los espectadores romanos querían saber la trama argumental y el desenlace desde el principio. El prólogo lo recitaba uno de los actores de la obra, y con frecuencia un personaje divino que no tenía ninguna otra intervención en la obra, como, por ejemplo, el Lar Familiaris en Aulularia.
 Pero, ¿Hasta qué punto se ceñía Plauto a los originales griegos? No es posible una respuesta segura, ya que no conservamos tales originales. Después de rigurosos estudios sobre el tema y de los recientes descubrimientos de papiros con fragmentos de Menandro, puede concluirse que Plauto se tomaba grandes libertades, cambiando escenas y personajes, insertando pasajes propios con alusiones a costumbres romanas, incluso ensamblando en una obra situaciones y personajes de dos obras griegas. Su labor puede caracterizarse como una «imitación creadora».
 Los personajes y la trama de las comedias plautinas suelen centrarse en:
 - enredos amorosos, sobre todo, de jóvenes de familias ricas que encuentran dificultades hasta que acaban consiguiendo el objeto de sus deseos;
 - padres que pierden a sus hijos pequeños y los recuperan de mayores, reconociéndolos por alguna marca u objeto;
  - soldados fanfarrones que quedan siempre burlados;
 - esclavos astutos, encargados de solucionar los problemas amorosos de sus jóvenes amos;
  - parásitos que adulan y adulan para lograr invitaciones a comer;
 - celestinas y alcahuetes, dueños de muchachas pretendidas por jóvenes sin dinero; …
 A Plauto, por otra parte, le interesa por encima de todo hacer reír. No le quita el sueño la pintura de caracteres psicológicos elaborados. Sólo quiere poner a los personajes en situaciones que provoquen la carcajada, aunque para ello tenga que acudir, como hace con frecuencia, a chistes groseros, alusiones obscenas, situaciones ridículas,…, que eran muy del agrado del público, compuesto en su mayoría por esclavos, soldados y gentes no cultivadas. Fue el autor más popular de todo el teatro latino.
 Por lo demás, Plauto posee un ingenio inagotable y un léxico popular riquísimo. Es un insuperable cincelador de palabras, siempre en aras de la comicidad. El griego le ofrece un campo abonado para formar nombre propios ridiculizando los nombre solemnes de la poesía elevada (Pirgopolinices, Polymachaeroplagides) . Cada uno de sus personajes habla como corresponde a su cultura y posición. Igual es la riqueza de imágenes, la vivacidad, la plasticidad de escenas, el sabio manejo de metros variados, el ritmo siempre entonado de la frase. Con su muerte perdió la escena romana su mejor autor.
 La fama de Plauto ha pervivido a través de los siglos. Diversas obras suyas han sido imitadas por los más grandes dramaturgos de occidente: Shakespeare (Comedy of errors); Molière (L’avare), Camoens (Os amphitrioes); Juan de la Cueva (El viejo enamorado), son algunos de los ejemplos de autores que han bebido en las fuentes plautinas.
PUBLIUS TERENTIUS AFER

 Terencio es de una generación posterior a Plauto. Nació en Cartago hacia el año -190 y vino a Roma como esclavo del senador Terencio Lucano. éste le concedió posteriormente la libertad, por lo que nuestro autor tomó el nombre de su protector y un sobrenombre alusivo a su procedencia africana. Logró entrar en el círculo literario que rodeaba a Escipión Emiliano, donde se agrupaban los más ilustres escritores de la época y que constituía un foco de irradiación de la cultura griega en Roma. Fue un dramaturgo precoz y murió joven, el -159, a su vuelta de un viaje de estudios por Grecia.
 Parece que sólo escribió las seis comedias que se nos han conservado: Andria (La andriana o muchacha de Andros), Hecyra (La suegra), Heautontimorumenos (El que se atormenta a sí mismo), Eunuchus (El eunuco), Phormio (Formión) y Adelphoe (Los hermanos) .
 Como las de Plauto, las comedias de Terencio son Fabulae Palliatae, con total dependencia de los autores griegos, como puede observarse en los títulos. Los comediógrafos imitados son los mismos de Plauto, especialmente Menandro.
 Sus obras nos han llegado precedidas de una didascalia y una períoca que no son de Terencio. En las didascalias, de autor y época desconocidos, figuran datos precisos: autor y título de la obra latina, autor y título del original griego, juegos en que se representó, magistrados organizadores, director de la compañía, … Las períocas, de un gramático del siglo II, son doce versos con un resumen del argumento. Siguen, como en las de Plauto, un prólogo y cinco actos. Pero los prólogos son originales: no son expositivos del argumento, sino de la polémica literaria. En ellos se defiende de sus enemigos literarios que le acusan principalmente de:
 - Contaminatio, o sea, de hacer de dos obras griegas una. Se defiende diciendo que lo mismo hicieron antes de él Nevio, Ennio y Plauto.
 - Plagio, pero no de autores griegos (cosa lícita), sino de autores latinos que habían imitado antes esa obra. Argumenta no conocer dichas adaptaciones anteriores.
 - No paternidad de sus obras, que se las habrían escrito sus amigos del círculo de Escipión. No contesta a este ataque. Sólo se jacta de tener amigos tan importantes.
 Terencio, inferior a Plauto en la riqueza de léxico, le supera en la técnica de la composición, en la habilidad para ensamblar escenas y situaciones. Es también superior en la pintura de caracteres. Plauto describe situaciones, Terencio dibuja personajes de gran finura psicológica, principalmente a base de diálogos. Los personajes son los mismos que los de Plauto: esclavos, parásitos, cortesanas, soldados, … Pero todos ellos se hallan inmersos en un clima de intención moral.. Su preocupación ética es constante. Su humanismo se resume en su famosa frase; «Soy hombre y nada de lo que preocupe al hombre me es ajeno» (Homo sum: humani nihil a me alienum puto). Se preocupa por el comportamiento de sus personajes, por transmitir un mensaje.
 Terencio escribe un latín puro y refinado, pero sin la espontaneidad del lenguaje plautino, mucho más acorde con los personajes. Los personajes de Terencio hablan todos como Terencio, por eso estaba muy lejos de conectar con el pueblo como lo hacía Plauto, incluso alguna de sus obras fue un rotundo fracaso. Sin embargo, en la Edad Media y el Renacimiento alcanzó, precisamente por su contenido moralizante, una fama incluso superior a la de Plauto. Fue admirado por las características que se consideraban propias de los mejores clásicos: la mesura y el buen gusto. Despertó gran entusiasmo en Petrarca, Erasmo, Goethe, y lo imitaron Ariosto, Molière, el Marqués de Santillana, Cervantes, …
SÉNECA

 Lucio Anneo Séneca, el mejor de los filósofos de Roma, nació en Córdoba el año -4 (?). Su padre, Séneca el retórico, natural también de Córdoba, famoso por sus libros de retórica y por su Historia de las Guerras Civiles, lo educó en la práctica de las virtudes tradicionales romanas. De muy joven marchó a Roma para completar su formación y allí se dedicó con entusiasmo a la filosofía. En tiempos de Claudio una falsa delación de la emperatriz Mesalina lo llevó al destierro en el año 41. Para entonces brillaba en Roma como un gran defensor de las libertades tradicionales. El año 49, Agripina, nueva esposa de Claudio, lo mandó llamar y le encomendó la educación de su hijo Nerón. Durante los primeros años del reinado de éste, quien mandó en Roma fue Séneca, pero poco a poco Nerón se iba apoderando del mando y Séneca no tuvo más remedio que hacer concesiones a los caprichos de aquél. Se retiró de la corte, pero pronto se le acusó de colaborar en la conjura de Pisón contra el emperador y fue condenado a muerte. Murió estoicamente abriéndose las venas (año 65).
 Séneca escribió numerosas obras que se pueden catalogar en dos grupos: obras filosófico-morales y obras poéticas.
OBRAS FILOSÓFICO-MORALES
 - Diálogos: Son pequeños ensayos sobre problemas morales. Su forma no responde al título. Entre ellos destacan De vita beata (sobre la vida feliz de acuerdo con la doctrina estoica), De tranquillitate animi (sobre la tranquilidad del espíritu, que no se encuentra en la diversiones. Es un análisis hondo de los sentimientos humanos: angustia, agitación, aburrimiento, melancolía …, vicios tanto más nocivos por el hecho de que muchas personas se complacen en ellos.), De brevitate vitae (la vida no es tan breve como parece, si no se pierde el tiempo en cosa inútiles), De clementia (trata de infundir esta virtud a su discípulo Nerón. El resultado práctico no fue muy halagüeño), De beneficiis, De ira, … En cada uno de sus tratados morales aborda el estudio de un problema concreto, llegando a soluciones simplistas, pero radicales, que no dejan lugar a la debilidad humana. La acumulación de argumentos, el análisis de sentimientos y la vehemencia del tono prevalecen sobre la exposición lógica de las ideas.
 - Naturales Quaestiones: Es un tratado, en ocho libros, de la Física de su tiempo. Respecto a las ciencias, Séneca adoptó a lo largo de su vida actitudes contradictorias. En su juventud consideraba que el conocimiento de los fenómenos naturales le era imprescindible al sabio. Más tarde censura a aquellos que malgastan en satisfacer vanas curiosidades el tiempo que podrían emplear en su perfección moral. En esta obra intenta hacer compatibles ambas posiciones.
 - Consolationes: Género literario ya conocido por los griegos. Son cartas de condolencia dirigidas a amigos apenados por la muerte de un ser querido. Prescindiendo de la persona del muerto, desarrolla todo un tratado de moral práctica, invitando a la resignación y disertando sobre la fragilidad de la vida humana y sobre la inmortalidad del alma. Sus destinatarios fueron su madre Helvia, su amigo Polibio y Marcia.
 - Cartas a Lucilio: Obra que contiene 124 cartas distribuidas, actualmente, en 20 libros. Están dirigidas a Lucilio pero no se sabe si realmente las envió o simplemente las escribió para ser leídas. Constituyen un verdadero tratado de dirección espiritual, en el que diserta sobre la verdadera gloria del filósofo, sobre el menosprecio de la muerte, sobre la pobreza. sobre la felicidad, … Trata esencialmente los mismos temas desarrollados ya en sus tratados morales. En estas cartas puede seguirse el progreso espiritual de su autor, que va ahondando en su propio yo, en busca de la luz salvadora. Analiza las pasiones que bullen en el fondo de su corazón y en la conciencia de todos los hombres: el bien y el mal, la virtud y el vicio, la fraternidad, la caridad, el hombre y Dios, la vida y la muerte,… Sobre todo de la muerte, que constituye para él una idea obsesionante. Contemplar la muerte a la luz de una serena reflexión, exenta de todo temor irracional, constituye el medio más eficaz para acercarnos a la verdad y a la perfección moral. Ahora bien, junto a esta concepción, vislumbra en un horizonte infinito la idea de la eternidad. Estas carta fueron muy leídas y meditadas por sus contemporáneos, así como por los cristianos, que admiraban en ellas su valor edificante, medievales, renacentistas y todos los que les siguieron hasta la época actual.
OBRAS POÉTICAS
 - Tragedias: Las nueve tragedias que se han conservado no fueron escritas para ser representadas en la escena, sino para ser editadas y recitadas en lecturas públicas. Las más señaladas son: Hércules furioso, Las Troyanas, Medea y Fedra. Se inspira en los trágicos griegos, de quienes toma también los títulos, pero imprime en sus obras un sello muy personal: su teatro se caracteriza por el gran patetismo de los protagonistas ya en las primeras escenas y por el análisis minucioso y preciso de sus pasiones. En todo él aparecen reflexiones morales. Séneca imita a sus modelos, pero las diferencias con el original son numerosas. En lugar de la acción progresiva, va mostrando cuadros sucesivos. Analiza con precisión y minuciosidad las pasiones de sus héroes que son demasiado rígidos en sus convicciones y reacciones. Gusta de las situaciones patéticas, de los efectismos, de las truculencias y de la pintura de espíritus atormentados y monstruosos.
 Sustituye la puesta en escena por una brillantez descriptiva, que llega en ocasiones a ser recargada. En sus coros alternan las más realistas y luminosas visiones de la naturaleza con las reflexiones morales. Las tragedias de Séneca suscitaron en los siglos XVI y XVII el nacimiento del teatro clásico europeo.
 Su estilo es elegante, ingenioso y conciso, de acuerdo con las tendencias de su época. La composición de las obras está llena de digresiones y transiciones súbitas, metáforas y antítesis. Su lectura es amena y agradable.
 Aunque sus obras no invitan a la devoción ni a la caridad, es indudable que Séneca presenta el pensamiento pagano en su forma moral más noble y elevada y muestra la vida antigua en sus facetas más refinadas, por lo que su lectura ha constituido en la posteridad una valiosa guía de conducta para muchos espíritus ansiosos de perfección moral.
Miles gloriosus
Miles gloriosus o El soldado fanfarrón es una de las obras más conocidas del dramaturgo latino Plauto (Sársina, Romaña, 254 a. C. - Roma, 184 a. C.). La obra tiene lugar en Éfeso (Asia menor), y está dividida en cinco actos. Es amisimo y sale tambien en el golfus de Roma, está interpretado por Raúl Sánchez Blunt.
  • Pirgopolínices, soldado
  • Palestrión, siervo de Pirgopolínices
  • Artotrogo, esclavo
  • Periplectómeno, viejo que vive al lado de la casa del soldado
  • Escéledro, siervo de Pirgopolínices
  • Filocomasia, mujer del militar y amada de Pleúsides
  • Pleúsicles, joven ateniense
  • Acroteleutia, cortesana
  • Lucrión, criado de Pirgopolínices
  • Milfidipa, criada de Acroteleutia
 Argumento
Pirgopolínices, un soldado fanfarrón del que se burlan hasta los esclavos, rapta a Filocomasia, cortesana ateniense, y se la lleva a Éfeso consigo; además, el mismo militar recibe como regalo de unos piratas a Palestrión, criado del joven ateniense Pleúsicles, que estaba enamorado de Filocomasia, al igual que ella de él. Pléusicles viaja también a Éfeso para intentar recuperar a Filocomasia, y se hospeda en la casa contigua a la del militar. El criado hace un agujero en la pared, para que los enamorados puedan verse. Escéledro, uno de los criados del militar descubre a Filocomasia y Pléusicles besándose, pero ellos y Palestrión lo niegan, y les hacen creer que ha llegado de Atenas la hermana gemela de Filocomasia, que era la que se estaba besando con Pléusicles.
Con la complicidad de Periplectómeno, el viejo vecino del militar, Pleúsicles y Palestrión tienden entonces una trampa al soldado, haciéndole creer que la mujer del vecino está enamorada de él, y le envía un anillo de regalo como prueba de su amor. Palestrión aconseja al militar que abandone a Filocomasia, que la deje marcharse a Atenas con su hermana gemela y que además le regale sus joyas para ganarse su perdón. Pléusicles finge ser un capitán que viene a buscar a Filocomasia de parte de su madre enferma. El militar libera a Palestrión en agradecimiento por sus servicios, y éste se marcha con Pléuclides y Filocomasia, que se finge apenada por tener que separarse del soldado. Cuando el soldado entra a casa del viejo, éste lo retiene y lo acusa de adúltero, y hace que su cocinero lo azote hasta que Pirgopolínices promete no tomar represalias contra nadie por los azotes recibidos

LA SUEGRA

Argumento

La obra se inicia cuando el esclavo Parmenón explica el estado de las cosas a dos amigas, la cortesana Filotis y a la anciana Sira. Su joven amo Pánfilo, muy enamorado de la cortesana Báquide, cediendo a los ruegos de su padre Laques, ha renunciado a ser su “protector” para casarse con Filúmena, hija de una vecina. Fiel a su primer amor, Pánfilo se abstiene de consumar su matrimonio, con la esperanza de que Filúmena, cansada de su desprecio, tome la iniciativa de deshacer la unión; pero en vista de la paciencia y del tacto de la mujer y de la brusquedad con la que lo trata Báquide celosa, Pánfilo se aparta de ésta y se enamora de su mujer. Mientras tanto ha muerto un pariente lejano y el joven tiene que emprender un largo viaje para recoger la herencia. En la ausencia, Filúmena vive sola con la Sóstrata, la madre de Pánfilo, ya que Laques estaba en el campo trabajando; suegra y nuera han vivido en armonía, hasta que un día, nadie sabe por qué, Filúmena vuelve a casa de sus padres. La razón de la huida de Filúmena es la violación de la que fue víctima dos meses antes de casarse, y del embarazo de la misma. Protegida por su madre, la joven decide hacer desaparecer el fruto de su desgracia, pero Pánfilo, volviendo de su viaje, para en casa de sus suegros en ese mismo momento y huye indignado, al comprender que el recién nacido no puede ser suyo. Mirrina le suplica que no descubra la infidelidad de su esposa, incluso propone anular el matrimonio. Ésta es la resolución que toma Pánfilo, ligado a su mujer, pero a la vez rechaza ser el segundo plato de Filúmena. Laques y Fidipo, los padres de la pareja, no comprenden la resistencia de Pánfilo, que se excusa con el respeto debido a su madre, pero aún así Sóstrata decide retirarse al campo para no interponerse en la reconciliación de la pareja. Pánfilo persiste en la negativa, que, a pesar de estar entre acorralado entre los dos ancianos, comienza a dudar y parece inclinarse interiormente hacia lo que le pide el corazón. Pero Fidipo descubre el parto, salva a la criatura antes de que haya tiempo de exponerla y, mientras él y Laques, convencidos de que es hija de Pánfilo, lo van presionando cada vez más, éste se siente firmemente convencido de que debe romper el matrimonio, que le obligaría a adoptar el hijo de un desconocido. Los dos ancianos ya no ven otra explicación a su negativa que la sospecha en la que tienen que reprender a su viejo amor por Báquide, y Mirrina les hace creer más en esta sospecha. Los ancianos deciden alejar a Báquide de Pánfilo. Finalmente esto provoca el desenlace, en el que Báquide sabe convencer al viajo Laques de su inocencia: Pánfilo la dejó de ver después de su boda y no ha vuelto a saber de él. Entonces, conviene que Báquide vaya a ver a Mirrina y a la muchacha, y les convenza, al menos a ellas, de que no es necesaria la disolución del matrimonio. Báquide accede, mostrando una generosidad inesperada, y va a ver a madre e hija, éstas reconocen en su dedo un anillo que el violador le robó a Filúmena. Báquide recuerda que el anillo se lo dio Pánfilo una noche que él iba ebrio después de violentar a una desconocida, y así se descubre que Pánfilo es el padre de la criatura, y el marido enamorado triunfa al ver desaparecer su desgracia imaginaria, y al sentirse obligado a una reconciliación que deseaba de corazón.

Personajes

- Pánfilo: el joven marido indeciso, obstinado, enamorado y, a la vez, rencoroso. Celoso del bienestar de su mujer pero incapaz de soportar la ofensa y perdonarla. Se le puede considerar el «típico» joven de Terencio, caracterizado por el respeto a los padres.
- Matronas (Sóstrata y Mírrima): las matronas terecianas se caracterizan por ser mujeres buenas, virtuosas y comprensivas. En esta obra la matrona Sóstrata está dispuesta a hacer cualquier cosa con el fin de no perjudicar a su hijo y a la familia, soportando las injustificadas acusaciones.
- Filúmena: que en ningún momento sale a escena, es una sacrificada esposa que soporta los desprecios del marido, consiguiendo que se enamore de ella.
- Ancianos (Laques y Fidipo): preocupados el bienestar de sus hijos y respetuosos, pero, a la vez, ridículos o grotescos.
- Báquide: cortesana. Es una mujer noble, en ningún momento es malvada. Es una mujer que va más allá de estar resentida con Pánfilo por haberla abandonado, e incluso le ayuda y salva su matrimonio yendo a hablar con su esposa y la madre de ésta.
- Parmenón: esclavo, cuya función en esta obra es la de hacer una exposición. En muchos momentos se le manda fuera de la escena para que no se percate de nada.
- Filotis: cortesana
- Sira: anciana.
- Sosias: esclavo.

Valoración crítica

A pesar de que la La suegra no cosechó del favor del público, muchos estudiosos creen que no fue un fracaso, pero no ello se puede asegurar porque es la única comedia de la que no se conservan datos para suponer reposiciones posteriores.
CONSOLACIÓN A MARCIA
La Consolación a Marcia, en latín original Ad Marciam de Consolatione (literalmente, "A Marcia, como Consolación") es una obra escrita por Lucio Anneo Séneca en torno al año 50 e.v.

Temas

La obra fue escrita para una mujer conocida suya llamada Marcia, quien, según parece, mantuvo el luto por la muerte de su hijo durante más de tres años. En ella, Séneca desgrana uno de los ejes centrales de su filosofía estoica, a saber, el reconocer e incluso esperar la muerte como algo natural e inevitable que puede sobrevenirnos en cualquier momento, algo que al lector moderno puede resultar un tanto ecléctico frente a las posturas más vitalistas que al respecto suelen adoptarse en la actualidad. Sin embargo, algunos aspectos de la obra, sobre todo el que trata con la inmortalidad del alma, son tan semejantes a los propugnados por el cristianismo que llevaron a muchos pensadores cristianos como a Tertuliano o a San Jerónimo a considerar la filosofía de Séneca, y a él mismo, como "saepe noster", esto es, a menudo, uno de los nuestros.
En la obra, además, Séneca compara dos modelos de llanto maternal: el de Octavia la Menor, hija de Augusto, quien, al perder a su hijo Marcelo cuando éste tenía 20 años, "no puso freno a sus llantos y gemidos"; con el de Livia, esposa de Augusto, la cual, al perder a su hijo Druso, "tan pronto como lo puso en la tumba, enterró junto con su hijo toda su pena, y lamentó su pérdida no más de lo que respetaba al César o era justa con Tiberio, viendo que ambos estaban vivos". Séneca admira el temple de Livia, pues: "si te aplicas a imitar a la magnánima Livia, más moderada y tranquila en su dolor, no te dejarás consumir en los tormentos".

 La obra

En dicha obra, Séneca trata de convencer a Marcia de que el destino de su hijo, aunque trágico, no debería causar asombro o sorpresa, dado que es parte del orden de la naturaleza el que la vida de siempre paso a la muerte: según Séneca, Marcia a buen seguro conocía a otras muchas madres que habían perdido a sus hijos, luego, ¿por qué esperaba que su propio hijo sobreviviera?Aunque Séneca simpatiza con Marcia, a lo largo de la obra insiste en que hemos nacido en mundo cuyos elementos están destinados a morir, de manera que si Marcia pudiera aceptar que a nadie le es garantizada una vida justa (esto es, una vida en la que los hijos sobreviven a las madres), entonces ella podría acabar al fin con su luto y vivir el resto de su vida en paz y serenidad, concluyendo:
"Y cuando llegue el tiempo en que el unverso toque a su fin, el mundo habitado prenderá y todas las cosas mortales arderán en una gran conflagración; los astros chocarán entre sí y toda la materia del mundo se abrasará en un fuego común. Entonces nosotros, almas dichosas, que habremos alcanzado la inmortalidad, y sólo cuando crea Dios más conveniente hacer renacer al universo, volveremos a la sustancia de la que proveníamos, y formaremos la materia del nuevo universo ¡Dichoso pues tu hijo, oh Marcia, que es ahora partícipe de estos misterios!". Lucio Anneo Séneca, en Consolación a Marcia.